Después de dejar la secta, el joven
Samuel empezó a llevar una vida que no destacase mucho para evitar que su paradero fuera descubierto por dicha secta. Pero al cabo de un tiempo se cansó de ello y le dijo a su enlace en el departamento de asuntos paranorma-
les(al cual se le puede ver en la foto de la izquierda con camiseta blanca y verde y vaqueros, en el momento del primer desfile de los gigantes en el que realizaba funciones de apoyo logístico de Samuel por si este resultaba descubierto) que necesitaba una distracción.
"El Cholo"(diremos su nombre en clave para no descubrirle) le sugirió a
Samuel entrar en este nuestro gran club
L.P.G.
A la pregunta de
Samuel sobre si el hecho de entrar en un equipo de fútbol podría ponerle al descubierto,
"El Cholo" respondió:
"pero si no ganamos ni un partido, nadie se fija en nosotros. Para ganar un partido tendría que ocurrir un milagro".
Y el milagro ocurrió en forma de Ley de Murphy, porque el equipo no sólo gano un partido, si no que encadenó una racha de 3 partidos consecutivos ganando(abajo instantanea del
segundo partido que ganó este nuestro gran club L.P.G. esta última temporada por 10-4, nótese la cara de desasosiego de
Samuel). Esta racha de partidos ganados hizo que el nombre del equipo y el de sus componentes corriera como la espuma y que Samuel fuera descubierto y tuviera que emigrar a un lugar lejos de la sede de la secta.
En un próximo post detallaremos los puntos finales de esta historia y de la entrada en el programa de protección de testigos de
Samuel.
Gustavo, el reportero más dicharachero.